¡Ya
tenemos el libro impreso, qué emoción! Sólo falta mezclar y pulir el CD, aunque a mí y a
Cato ya nos suene bien como se grabó.
-Pero, Pizzi, es que nosotros no tenemos oído.
-Exacto, Cato, sólo tenemos orejas. Una al lado de la otra.
Para
que vayáis haciendo boca, le he pedido a la “secre” que os ponga fragmentos del libro, ahí va el primero. ¡Señor Contrabajo, su
turno!
Ilustraciones de Núria Rodríguez |
Huy, qué nervios. Hola, soy el Contrabajo.
Se podría decir que
mi madre fue una viola da gamba y mi
padre un violone bajo.
De mamá heredé los
hombros caídos, el cuerpo de curvas suaves y la cintura.
De papá, el
cuello hacia atrás, el caracol del clavijero, las cuatro cuerdas y las
aberturas en forma de efe.
Por mi talla XXL, la
orquesta pasaba de mí. Hasta que el contrabajista
Domenico Dragonetti le mostró mis
encantos a su amigo Beethoven, que
me incluyó en fragmentos de sus Sinfonías, y Schubert me adoptó para su quinteto La Trucha...
....y
hasta aquí os puedo contar…
3 comentarios:
.. que divertidoooo!..
Felicidades Nuria y Tesa por este maravilloso proyecto. Es un cuento de esos imperdibles en el librero de los niños que los grandes suelen buscar a hurtadillas para pasarla igual de bien como los peques.
Publicar un comentario