Ilustración, Núria Rodríguez |
Qué maravilla los árboles con sus
hojas nuevas y sus pájaros alegres... que te ponen la cabeza como un tambor con
su pío, pío, pio… y te los querrías comer con patatas.
Y qué me dices de los insectos
que se empeñan en zumbar en tu oído con un zumbzsiiisszzumb
que te vuelve loco; y empiezas a darte bofetadas a ti mismo, porque al
insecto ni lo rozas.
O esa mosca que se mete en tu nariz como si fuera en busca
del Tesoro
-Ay, qué bonita es la Primavera,
¿verdad Cato?
-¿A mí me gusta la Primavera?,
Pizzi
-Claro que te gusta, Cato, aunque
cada año te ataque la Astenia primaveral, que no es ningún bicho exótico, sólo te pones vago, tienes más sueño, menos
apetito, estás despistado…
-Pizzi, ¿de qué estábamos
hablando?
-De la Primavera, Cato. La
estación de los poetas, los románticos, la alegría…
-Y ¿por qué estoy llorando?
-Porque eres un poco alérgico y
te afecta el polen. Mucho mejor que llorar porque estás triste, ¡donde va a parar!
Después de consultar los índices
de polen en el aire, nos vamos de pícnic. Cato se lo pasa tan bien, que hasta
se olvida de que…
“la primavera, a Cato altera”...
Fotomontaje, Tesa
|
-Cato, mientras voy a buscar un
contenedor para tirar los restos de comida antes de volver a la ciudad, recoge
todo, ¿vale?
-Bishshss (silbido)… Eh, ¿hay alguien ahí?…
...Soy yo, Cato. Por favor, ¿me podrías ayudar a encontrar lo que tengo
que recoger?, es que… no me acuerdo dónde lo he puesto.
Ahí va la lista que me
ha hecho Pizzi. Gracias, colega.
- Cesta de pícnic
- Bicicleta
- Pelota
- Caza mariposas
- Cometa
- Gafas de sol
- El yo-yo de Pizzi y
- Mi gorra amarilla
¿Ya lo tenemos todo? Pues sólo me
queda desearte una ¡Feliz primavera! Y para los del otro lado del charco ¡Feliz
otoño!